Castas
En una colmena hay miles de obreras (abajo, izquierda.), cientos de zánganos (arriba) y una reina (centro). Al buscar comida, las obreras chupan agua y néctar con sus piezas bucales móviles y flexibles, y usan las mandíbulas para alcanzar la cera y el polen. Tienen tres ojos simples en la parte superior de la cabeza y un ojo compuesto a cada lado. Sus dos pares de alas están engarzadas por una hilera de ganchos de uno de los bordes del par anterior. Sólo la reina, en la figura de la derecha, desarrolla los ovarios
La reina:
La reina es la única hembra sexualmente productiva de la comunidad y, por tanto, la madre de todos los zánganos, obreras y futuras reinas. Su capacidad para poner huevos es asombrosa; la producción diaria generalmente supera los 1.500 huevos, cuyo peso total es equivalente al peso del cuerpo de la reina.

La Abeja Obrera:Las abejas obreras superan siempre en número, con gran diferencia, a los zánganos. En primavera, en una colonia de la zona templada del mundo, el número de obreras varía entre 8.000 y 15.000, y a comienzos del verano, puede llegar a ser superior a 80.000.
Aunque carecen de la capacidad de aparearse y reproducirse, las obreras segregan cera, construyen el panal, recogen néctar, polen y agua, transforman el néctar en miel, limpian la colmena y, en caso de necesidad, la defienden.

El zángano:
El zángano de la abeja carece de aguijón y de defensa alguna; no tiene cestillo para el polen ni glándulas productoras de cera, y no puede segregar jalea real. Su única función es aparearse con las nuevas reinas. Una vez consumado el apareamiento, que siempre tiene lugar durante el vuelo a cielo abierto, el zángano muere de forma inmediata.

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